El miércoles 6 de diciembre de 2017, la policía federal brasileña emitió una orden de presentación contra seis colegas de la Universidad Federal de Minas Gerais, incluidos el Rector y vicerrector de esta importante universidad pública. Sin ningún proceso previo ni aviso alguno, las fuerzas del orden intervinieron el campus, equipadas con fusiles de asalto e incluso algunos elementos llevaban el rostro cubierto, con objeto de llevar por la fuerza a nuestros colegas a la comisaría.
El motivo de la operación es la participación de estos universitarios en el Memorial de la Amnistía Política de Belo Horizonte, un monumento que homenajea a las víctimas de la última dictadura militar, cuya construcción resulta molesta para las redes conservadoras en pleno ascenso dentro del aparato estatal brasileño.
La información que hasta el momento ha difundido la policía no indica ninguna sospecha de malversación, sino un empleo hipotético de fondos destinados al memorial en otras actividades de investigación y en becas estudiantiles. Más allá de la evidente desproporción entre el objeto de la investigación y los medios empleados, el objetivo de este despliegue de fuerza es intimidar a los colegas comprometidos con un trabajo de memoria sobre los crímenes cometidos bajo la dictadura, mediante el memorial y su participación en la Comisión Nacional de la Verdad (2012-2014). El nombre de la operación policíaca “Esperanza equilibrista”, se burla de manera increíble de una de las canciones más famosas de la lucha por la amnistía y el restablecimiento de la democracia.
Los arrestos efectuados en el campus de la Universidad Federal de Minas Gerais no tienen nada que ver con el uso regular de la policía: son una operación de terror. Su objetivo es intimidar al medio universitario brasileño, desalentar la toma de postura política por parte de los intelectuales e impedir que continúen las políticas de memoria y de justicia transicional referidas a la dictadura militar. No se trata de medidas aisladas: en el transcurso de los últimos meses, los profesores e investigadores identificados como contrarios al gobierno actual o como participantes en proyectos memoriales sobre la dictadura han sido objeto de procesos judiciales injustificados en todo el país. Hace unas semanas, dicha persecución llevó al suicidio al Rector de la Universidad Federal de Santa Catarina.
Docentes e investigadores de distintas partes del mundo están haciendo llegar su solidaridad a los académicos de la UFMG:
Nosotros, profesores e investigadores de todas las nacionalidades, condenamos firmemente
el trato infringido a nuestros colegas de la Universidad Federal de Minas Gerais.
Consideramos que la instrumentación de la coerción policíaca y de los procesos
judiciales con fines de persecución política, o lawfare, es incompatible con el estado
de derecho. Dichos procedimientos atentan de manera dramática contra la imagen de Brasil
en el extranjero y su identificación entre la comunidad internacional como una democracia verdadera.
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