En un desafortunado intercambio en alguna red social, una de las partes expresaba algo así como “si en más de 30 años de paros, no consiguieron nada, ¿por qué siguen con esas medidas?”
Y lo que no respondí en ese momento lo comparto aquí. Se tiene registro de que la primera huelga docente se remonta, incluso, antes que se tuviera la normativa que regulara un Sistema Educativo en la Argentina, ley 1420, de 1884. Terminando noviembre de 1881, con Roca como Presidente y Sarmiento a cargo de lo educativo, se “les ocurrió” a las docentes de un San Luis oligárquico, protestar. La historia dirá que la directora de la Escuela Graduada y Superior junto a 8 maestras, tomaron la determinación de cerrar dicha escuela, “por falta de pago absoluto en los pasados ocho meses, y regular en seis años anteriores”. Las autoridades juzgaron de “proceder irrespetuoso” dicho atrevimiento y dividió la resistencia y lucha, despidiendo a la mayoría y negociando con las restantes.
Este episodio hoy nos parece casi caricaturesco: no hay dudas de qué lado está la dignidad. Y eso no se logró sin unidad y sin acción. Millones de trabajadores a lo largo de la historia le fueron arrancando a esa relación asimétrica sus derechos. Y fuimos avanzando en un camino no exento de retrocesos y amenazas continuas. Y es exactamente allí donde la historia nos pone a nosotros como protagonistas ahora: no sólo nos cabe salvaguardar lo que otras generaciones conquistaron, sino propiciar mejores condiciones para nosotros y los que vendrán.
¿Qué los paros no consiguen nada? Eso es ignorar de dónde partió la clase trabajadora y dónde está ahora (y a dónde podría estar). Las medidas de acción colectiva nos encuentran, nos unen, nos dan fuerza para resistir lo que en soledad no podríamos. Porque calladitos no nos vemos más bonitos y porque yo quiero ser llamada “irrespetuosa” cuando se trata de respetar medidas que me perjudican. En ciertos momentos, no está permitido sino prácticas disidentes. Como trabajador o como futuro trabajador, nos vemos en la calle. Es nuestra responsabilidad.