En lugar de defender a la Universidad pública, su presupuesto y el salario de sus docentes, las autoridades de la UNC y la justicia cordobesa quieren criminalizar a quienes la defienden.
La fiscal López de Floñuk pidió la imputación de 29 personas, incluyendo tanto a docentes como estudiantes universitarixs, bajo el cargo de "usurpación", por haber participado en la ocupación del Pabellón Argentina en el marco del reclamo por mayor presupuesto para las Universidades y salarios dignos para sus trabajadorxs.
Este año se desarrolló una de las luchas más masivas de la historia de las Universidades públicas, sostenida por la participación del movimiento estudiantil, las medidas de fuerza de los docentes y el acompañamiento de toda la comunidad universitaria y del pueblo en general. Y como hace 100 años, Córdoba fue uno de los escenarios más multitudinarios, convirtiéndose en una verdadera pueblada mediterránea.
Las gigantescas movilizaciones, las asambleas, las intervenciones de todo tipo, las ocupaciones de instalaciones de las universidades, fueron expresiones de la decisión de la comunidad de Defender a la Universidad Pública, Gratuita y Laica, exigiendo presupuesto y salarios dignos. Esa lucha, digna sucesora de las gestas universitarias, se encuentra ahora con autoridades que intentan criminalizarla, y un poder judicial que avanza en la misma dirección.
¿Cómo es posible que en la misma ciudad que fue cuna de la Reforma Universitaria, surgida del seno del movimiento estudiantil, el vicerrector de la UNC denuncie por "usurpación" a quienes lucharon contra el ajuste y el deterioro de las Universidades públicas? Ignoran las autoridades acaso que en 1918 la Asamblea resolvió convocar al Paro Estudiantil y de allí surgió la Toma del Rectorado cuya emblemática imagen se convirtió en ícono que recorrió el país y tantos otros del continente? Esos estudiantes, posando heroicos en la cúpula y levantando la bandera argentina, estaban protagonizando la lucha que más gloria aportó a la historia de la UNC y de las Universidades Nacionales argentinas en su conjunto. Y ninguno fue procesado por la toma del edificio, más bien lo contrario. La historia los redime y reivindica como defensores a ultranza del modelo universitario que todas y todos enarbolamos.
El vicerrector Yanci Ferreyra muestra un llamativo celo frente a la ocupación de un edificio, pero no evidencia una preocupación similar frente a un presupuesto que ha perdido su poder adquisitivo; el recorte en los fondos para obras es lo que verdaderamente deteriora a las universidades, no la lucha de estudiantes y docentes.
Esta actitud bochornosa de las autoridades universitarias no puede desligarse de un contexto de represión creciente contra las manifestaciones populares - tanto por parte del gobierno nacional como en algunos provinciales - en medio de un ajuste que deteriora cotidianamente las condiciones de vida de la mayoría, y de una política de desmantelamiento y achicamiento de las instituciones de la Ciencia, la Tecnología y la Educación pública. Por eso apuntan contra quienes protestan, tratando de disciplinar y acallar voces críticas y comprometidas.
Por todo eso CONADU Histórica expresa su solidaridad con las compañeras y compañeros denunciados, así como su profundo repudio a la decisión de criminalizar a quienes participaron de las protestas en la Universidad de Córdoba y manifiesta su compromiso en la defensa de la Universidad Pública y del derecho a la protesta, que es un pilar básico de una sociedad democrática y un valor irrenunciable de la Educación.