En un contexto de ajuste, recesión y tarifazos, nos dirigimos a nuestr@s estudiantes y sus familias, a l@s trabajadores docentes y no docentes y a la sociedad mendocina, en su conjunto, para explicar la situación en la que se encuentran el presupuesto educativo y la docencia universitaria y preuniversitaria hoy.
Nuestros salarios han sufrido una desactualización del 20 % en 2018 y aún no nos convocan a paritarias 2019. El gobierno ha otorgado unilateralmente 5% en enero y 4% en febrero y, el 18 de marzo, en una nueva reunión con las Federaciones firmantes de la vergonzosa paritaria 2018, ofreció un 6,8%. LOS TRES (3) MONTOS EN NEGRO (NO REMUNERATIVO, NO BONIFICABLE).
Esta farsa de paritaria tiene como consecuencia:
• Baja de nuestro salario básico sobre el que se calculan la antigüedad, los posgrados realizados y la jubilación a percibir en el futuro.
• Desfinanciamiento de nuestra obra social universitaria (DAMSU), demás está decir lo que implica sobre nuestro sistema de salud que ya está muy golpeado por la gigantesca inflación sobre los medicamentos e insumos, que una cantidad importante de ellos son importados.
• Desfinanciamiento del ANSES que, además, está sufriendo múltiples desvíos de sus fondos para otros fines.
Esta es la realidad en la que se encuentra, hoy, la docencia universitaria. Así es que l@s docentes se sobre cargan de horas para poder llegar completar un salario que les permita, por lo menos, cubrir las necesidades básicas.
Luchamos por más presupuesto para educación y, en particular, por nuestro presupuesto universitario. El presupuesto para las Universidades en 2019 refleja el ajuste y la recesión. Como hemos dicho en anteriores oportunidades, el presupuesto debería presentarse como un modelo de planificación y programación futura de los actos de gobierno que no solo se discuta en el seno legislativo sino también con los distintos actores, que en el caso de la Universidad Pública, son, entre otras, nuestras paritarias y las Mesas de negociación salarial. En cambio, el cálculo presupuestario solo se presenta como un proyecto sobre bases ejecutadas en el período anterior (2018).
Queremos dar clases y seguir investigando. Es lo que elegimos y para lo que nos formamos. Pero no queremos seguir haciéndolo en las peores condiciones salariales que han sido determinadas no por una catástrofe natural sino por una política de ajuste que aumenta los sufrimientos del pueblo: crisis financiera, inflación galopante, recesión, y que se agrava cada vez más con el pacto con el FMI. Además, estamos transitando un gobierno que pretende reconfigurar la educación superior en la Argentina con un proyecto privatizador, mercantilista y profundamente elitista.
Pero si permitimos que se siga bastardeando la educación pública y por lo tanto la calidad educativa, el deterioro será cada vez peor.
Cada un@ tiene que estar.
Es la defensa de lo público, es el presupuesto de nuestras universidades, son nuestras condiciones laborales.
Es nuestra lucha conjunta.
Recordemos que si los derechos de hoy son siempre las luchas de ayer, hoy hay que seguir luchando por los derechos de mañana.