En el marco del gran paro de una semana que llevó adelante la docencia universitaria y preuniversitaria, el gobierno pretende disfrazar la falta de respuestas satisfactorias con una "nueva propuesta salarial".
Lejos de recomponer el retraso contra la inflación y el congelamiento de los salarios básicos, el gobierno ofrece una nueva suma fija de un 3% (se sumaría al 7% ya ofertado) a cobrar recién en mayo. Con una inflación que llegó al 51,3%, el total a percibir entonces como compensación alcanzaría el 19% (4% + 5% ya cobrados, 10% como nueva oferta). Las sumas son todas en negro, además de insuficientes. La pérdida salarial hoy es superior al 17%. Los jubilados no perciben nada por estos aumentos (en setiembre cobrarán cero). Las pérdidas mensuales en las obras sociales universitarias son millonarias, y solo hablan de pasar al básico el 10% del año pasado (que era "en gris"), pero introducen un nuevo 10% totalmente "en negro". El perjuicio para las regiones patagónicas, NOA y NEA es enorme, ya que no cobran adicional por zona desfavorable. También para quienes cobran adicionales por título y quienes tienen mayor antigüedad. Están destrozando la escala salarial, las obras sociales y el sistema previsional, como lo hicieron Menem y Cavallo en los '90.
Siguen sin convocar a la paritaria del 2019 y no terminan de cerrar la de 2018, mientras las y los docentes padecemos el peor saqueo al bolsillo de los últimos 20 años. El gobierno no controla la inflación, ni el dólar, ni los precios, ni la fuga de divisas, ni la especulación financiera. Y pretende que seamos las y los trabajadores quienes paguemos las consecuencias de este desastre. El gobierno demora las respuestas mientras nuestros salarios y el presupuesto universitario se van licuando con una inflación creciente.
Frente a esto es que llamamos a toda la docencia y al movimiento estudiantil a fortalecer la lucha en defensa de la universidad pública y la dignidad de lxs 190.000 docentes que la sostenemos.