La reflexión es buena para saber dónde estamos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. La docencia universitaria se encuentra, una vez más, en la posición de tomar la difícil decisión de realizar medidas de acción directa y reclamar por nuestras condiciones laborales, como trabajador@s que somos, haciendo uso de nuestros derechos constitucionales convocando a PARO. 

Decimos que es una difícil decisión porque siempre genera controversia que l@s docentes hagamos paro. Parte de la sociedad quiere imponer que enseñar es una vocación y no una profesión, que l@s docentes deberíamos dedicarnos a enseñar y no a preocuparnos por tener un sueldo digno, buenas condiciones laborales y, mucho menos, deberíamos discutir acerca del presupuesto universitario.

La realidad es que la docencia universitaria argentina siempre estará del lado de la defensa de la Universidad Pública, Gratuita, Laica y al Servicio de las Clases Populares. La docencia universitaria siempre reclamará por un salario digno y a la altura de la importancia de nuestra tarea que es, nada más y nada menos,  formar al futuro de nuestro país.

No es noticia que el año pasado nuestra lucha por el salario duró más de seis meses, no es noticia tampoco que la lucha del año pasado fue la más grande de los últimos años, porque la docencia universitaria no está dispuesta a que se pierda la calidad educativa, no está dispuesta a perder poder adquisitivo por las políticas de ajuste de este gobierno. Es por eso que este año no será la excepción. 

Insistimos que la solución de este conflicto, lamentablemente, no depende de la docencia universitaria, ni de los sindicatos, ni de las Federaciones Nacionales. Para que se resuelva este problema tiene que haber dos cosas: Voluntad y Buena Fe del gobierno nacional, Voluntad y Buena Fe del Ministro de Educación y de la Secretaria de Políticas Universitarias. Si el gobierno nacional ofreciera una propuesta a la altura de las circunstancias, teniendo en cuenta los tarifazos y la inflación, este conflicto no existiría. Si los responsables de la paritaria nacional llamaran a la negociación en tiempo y forma – y no dos meses después de vencida la paritaria – no nos veríamos obligados a llamar al paro.

Invitamos a la docencia universitaria, a la comunidad educativa provincial y nacional, a toda la sociedad a reflexionar acerca de nuestro conflicto, a empaparse de lo que sucede cada vez que comienza el ciclo lectivo, a analizar la “buena fe” de los gobiernos para sentarse a paritar. Invitamos a ser parte de la discusión y, así, reclamarle a los responsables de esta situación que tengan la voluntad política y económica para que este conflicto se solucione lo antes posible.