Luego de tres reuniones de la Mesa de Negociación Salarial y, a más de dos meses de haber vencido la paritaria de la docencia universitaria, el gobierno trajo a la mesa una nueva oferta que no termina de convencer a ninguna de las federaciones nacionales docentes.
Para comenzar nuestro análisis debemos recordar que el acuerdo salarial del año 2018 fue el peor de los últimos quince años, ya que introdujo en el salario docente sumas fijas no remunerativas ni bonificables. Esto veló aquel grito de victoria del 2005 cuando la docencia universitaria logró, a través de su lucha inclaudicable, el blanqueo de todas las sumas en negro.
Este año, a pesar de la firma del año pasado a espaldas del 60% de la docencia univeristaria y preuniversitaria, la CONADU Histórica no abandonó la lucha a pesar y el gobierno se sienta a paritar en un intento de buena fe y progresividad, dándole continuidad a la MNS semana a semana. La CONADUH se sienta a negociar y a escuchar las ofertas del gobierno con convicción y un pedido más que razonable: un 35% de recomposición salarial, cláusula gatillo automática y el pase al básico de todas las sumas fijas.
Al parecer, al gobierno le llegó rápido el mensaje y entendió que la docencia universitaria no aceptará un arreglo más con sumas fijas, por lo que la propuesta tiene todos los porcentajes remunerativos y bonificables. Lamentablemente la propuesta del gobierno es inaceptable… es inaceptable porque le ofrece a la docencia una recomposición de un 15% en cuotas, con una cláusula gatillo muy lejana y un blanqueo mucho más lejano aún.
Aunque debemos tener en cuenta algunos puntos que merecen nuestra consideración: comenzamos el 10 de abril con la negativa del gobierno con respecto a una cláusula de revisión automática (cláusula gatillo) y la propuesta de blanqueo de las sumas fijas a partir de enero de 2020. La CONADU Histórica, en esa primera reunión, planteó con firmeza nuestros reclamos. El Ministerio tomó nota y, producto de nuestra coherencia en la lucha, en la última reunión apareció la cláusula automática en diciembre y febrero y el blanqueo en diciembre. Esto lo tenemos que valorar como lo que es: un logro de la lucha docente universitaria y preuniversitaria, pero de ninguna manera significa que nos alcance, significa que es un paso más en camino a lograr nuestros objetivos.
El gobierno debe escuchar con atención el reclamo docente y darle respuesta de manera inmediata. Pero esta respuesta solo la lograremos con la continuidad de nuestro Plan de Lucha, profundizando la unidad para defender no solo nuestro salario sino también la Universidad Pública, Gratuita, Laica y al Servicio de las Clases Populares.