Sandra Rodríguez , expresó con el dolor y la furia, allá en el 2007…:“Al señor gobernador, como le dicen algunos, que dio la orden, quiero decir que fue como jalar el gatillo. Si es responsable como dijo, y si le duele tanto que mi Carlos, el maestro, haya muerto, su deber moral es renunciar”.
Ninguna renuncia, ningún responsable político.